La vida nos lleva por múltiples encrucijadas. Las bifurcaciones en el camino se presentan de distintas formas. Algunas son obvias y notorias, otras son las acciones invisibles de nuestro día a día. Y a pesar de todo, el destino, las coindicencias, o la providencia, decidimos escogernos el uno al otro. Nos atrevimos a conocernos, y eso nos ha llevado hasta aquí.

Nos gusta pensar que somos un mural de todas las personas con las que cruzamos camino. Sus idiosincracias, sus maneras de hablar, su sentido del humor, y sobre todo, su cariño.

Y hoy, queremos invitarlos a que sean parte de nuestra boda, y vivan con nosotros la celebración este 27 de septiembre.